En el contenido expuesto en estos temas, no está en ellos mi deseo que persona alguna los tome como provocación o enfrentamiento. Exponer mi propio parecer en las cuestiones que trato es un derecho que tenemos todos, yo también.

Cuando hablamos del respeto a las personas, nos estamos refiriendo por medio de esta palabra “Persona” a cada una o uno, con toda su pluralidad y singularidad. Esta palabra no sustituye a ninguna otra, y vale para un hombre y una mujer, para todo el género humano, tiene su significado propio y es más bonita cuando se utiliza con su sentido pleno.

La palabra persona no hace distinción alguna de raza, ni de género, ni de cultura, ni de descendencia, ni de ocupación ni de estatus social o ocupación ninguna. Ya me gustaría a mí que hubiese más palabras como ésta, tan generosa, amplia y extensa , que nos define y une sin señalar en nada, una sola diferencia entre nosotros.

He recopilado y expuesto ideas y pensamiento que con el tiempo se han ido concretando en mí, provenientes de lecturas y vivencias que he tenido, meramente es una exposición de mi opinión personal; muchos de los conocimientos han sido obtenidos de aquí y de allá —si hubiese de decir de dónde procede cada uno, no sabría decir de todos, ni el momento ni el lugar.

Uno de los principales propósitos de exponer estos puntos de vista es para que sean fomentadores del diálogo y del razonamiento entre las personas, aunque también comprendo habré se suscitar descontento y desagrado y puede que hacia mí, pero bueno… lo considero justo el pago, de tener tanto agrado como desagrado,

Pienso que hoy, la esperanza para un cambio hacia una sociedad más justa está en la defensa de la familia, y precisamente a mi entender es el blanco y objetivo a derribar en nuestras sociedades. Solo inculcando a los jóvenes buenos hábitos del cuidado de la salud y su moral puede cambiarse el rumbo que nos marcan. No se si estará de acuerdo con esto, pero en fin es solo una opinión más.